Es importante señalar que, según las nuevas interpretaciones de la ciencia histórica, la prehistoria es un término carente de significado real en el sentido que fue entendido por generaciones. Si se considera a la Historia, tomando la definición de Marc Bloch, como el «acontecer humano en el tiempo», todo es Historia existiendo el ser humano, y la Prehistoria podría, forzadamente, solo entenderse como el estudio de la vida antes de la aparición del primer homínido en la tierra. Desde el punto de vista cronológico, sus límites están lejos de ser claros, pues ni la llegada del ser humano ni la invención de la escritura tienen lugar al mismo tiempo en todas las zonas del planeta.
La Edad de Piedra se divide en otros subperíodos: Paleolítico (etapa antigua de la piedra) y Neolítico (etapa nueva de la piedra).
Edad de Bronce: (Desde el año 2.500 hasta el 1.000 a.C.)
En Europa, este periodo de la Prehistoria comenzó hacia el año 2.500 a.C. y terminó sobre el 1.000 a. C.
El nombre de Edad del Bronce se da a una cultura que se distinguió por el empleo del bronce para la elaboración de armas, objetos de adorno y utensilios diversos.
A partir de la Península Ibérica (culturas almeriense y argárica) se expandió, desde el valle del río Guadalquivir hacia el Norte, la cultura del vaso campaniforme, señal del comienzo del Bronce europeo. En Galicia, se encontraban los yacimientos de estaño más ricos, el cual era necesario para la elaboración del bronce (que es una aleación de cobre y estaño). Mientras, las minas de cobre más ricas se localizaban en el Algarve portugués y en la provincia de Huelva (Andalucía, España), cuya explotación comenzó en tiempos remotos. Las espadas encontradas en la ría de Huelva (confluencia de los ríos Tinto y Odiel) son muy características: la hoja y la empuñadura son de una sola pieza de fundición, y a lo largo de la hoja corre un nervio central. En los hallazgos de Huelva abundan mucho las puntas y los regatones de lanza. En todas estas piezas se perciben analogías con las utilizadas en Europa Occidental.
La edad de hierro: (Desde el año 1.000 hasta el siglo VI a.C.)
La Edad del Hierro europea comienza hacia el 1.000 a.C. y finaliza en el siglo I a. C.
Los minerales de hierro son muy diversos y abundantes. Los hay tanto en la superficie terrestre como en el subsuelo. El trabajo del hierro y, especialmente, el beneficio de sus minerales, es muy difícil y necesita elevadas temperaturas. La industria siderúrgica comenzó humildemente, produciendo primero objetos de adorno y más tarde útiles de labranza e instrumentos de paz (como ejes de carro, cadenas, etc.). Durante bastante tiempo se continuó fabricando armas de bronce, pero cuando el hombre tuvo armas y útiles de trabajo de hierro, siendo verdaderas herramientas, se abrieron para él tiempos nuevos, modos de vivir diferentes de los pasados.
Una de las características más importantes de esta etapa son sus espadas, que primero fueron de bronce y posteriormente de hierro. También aparecieron las fíbulas (hebillas, imperdibles), que reemplazaron a las grandes agujas de la cultura de los campos de urnas. Al principio, se siguieron enterrando los restos mortales incinerados. Más tarde, se pasó a la inhumación en túmulos colocados sobre carros. Finalmente, en época tardía, la muerte del señor daba lugar al sacrificio de su mujer y de sus siervos, que eran enterrados con él.
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