Crisis de los 30
Una casa propia,
una pareja estable, un trabajo apasionante y una carrera prometedora,
planes de tener hijos, viajes, un auto y hasta quizás un perro para
abrazar en la idílica fotografía del perfil de Facebook.
Todo esto soñaron, alguna vez, muchos de los jóvenes adultos que hoy
están en sus 30, o que se acercan al umbral de la década, con una
sensación de frustración y desconcierto frente a todos los ideales
(propios o ajenos) que abrazaron años atrás y aún no llegaron a cumplir.
"A
mí se me mezcló la llegada de los 30 con una crisis vocacional", dice
Carlos da Cruz, un licenciado en administración de empresas de 30 años.
"Empecé a estudiar hace tres años la carrera de comedia musical y me
estoy haciendo ahora preguntas acerca de mi vocación. Comencé a
replantearme ahora lo que quizá me debí haber planteado a los 20... Yo
pensé que a los 30 ya iba a tener resueltos un montón de temas y me doy
cuenta de que mi vida aún está en construcción. Fantaseaba con estar
viviendo con mi pareja, en un techo propio, y sigo alquilando. Siento
que todavía estoy en lo que pensaba que eran los 24... Lo que aprendí de
chiquito acerca de lo que era la adultez no está sucediendo."
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