Palabras de otro origen
El vocabulario de origen germánico, más específicamente visigótico, consta básicamente de términos bélicos (guardia, yelmo, espuela, guerra...), colores (blanco), el sufijo -eng, nombres propios (Ricardo, Alberto, Rodrigo).
La influencia del árabe en español fue la más importante tras la latina y
a ella debe parte de su personalidad. Encontramos palabras de origen
árabe en todos los campos (alcalde, almohada) y como fue
una lengua de superstrato y de cultura, se usó como intermediaria en la
traducción de textos científicos y técnicos, lo que ha dado lugar a gran
número de tecnicismos de cuna agarena (algoritmo, logaritmo, cenit, nadir, azimut...). Además hay muchos topónimos de
origen árabe (Guadiana, Guadalquivir, Alhambra, Albacete, Almadén,
Cuenca...) y no pocos antropónimos (Guadalupe, Fátima, Almudena,
Ismael...). Morfológicamente aportaron el sufijo -í (andalusí, ceutí).
- Sustratos
- Íbero, euskera, etc.
En nuestra lengua hay bastantes palabras de origen desconocido, como perro (quizá voz natural por onomatopeya), álamo, barro, gordo que
se cree que provienen de lenguas prerrománicas. Muchas de ellas tienen
origen vasco, como algunos topónimos (Aranjuez, etc...), que en realidad
pueden haberse transmitido a través del ibérico, idioma probablemente emparentado.
Tras el descubrimiento de América se
incluyeron muchos términos procedentes de las lenguas indígenas que
describían especies, objetos, costumbres o fenómenos que no se daban en
Europa: tomate, cacao, tabaco, maíz, ceiba, hule, canoa, hamaca, huracán... De lejos la mayoría de ellos proceden de las primeras lenguas indígenas con las que toparon los españoles, las antillanas (caribe, taíno), y algo menos de otras del continente, como el náhuatl y el quechua, aunque también abundan términos más iniciertos procedentes de las lenguas arawak, el tupinambá y lenguas africanas que aportaron no pocos afronegrismos.
Durante el siglo XIX, con la Revolución industrial y el Romanticismo, empiezan a llegar los primeros anglicismos o palabras del inglés. Larra y Esproncedaintrodujeron términos como revólver, club y spleen. Pero es a partir de la II Guerra Mundial cuando se produce la gran irrupción de anglicismos en general (bar,living, lunch, bacon, parking, panties, okey, bye, estándar, wáter, hippie... ) y tecnicismos en particular (burnout, lifting), sobre todo en tres áreas concretas:
- Economía (trust, stock, holding, dumping, crack...)
- Tecnología (escanear, hardware, e-mail, router, feedback, spin, spray, walkman...)
- Ocio, espectáculos y deportes: best-seller, thriller, strip-tease, star system, beat, trailer, travelling, golf, tennis, set, eagle, single, hobby, show, miss, rock and roll, cool, drive, reality, top less...).
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